martes, 9 de noviembre de 2010

FALOCENTRISMO



Podemos entender el falocentrismo como un orden simbólico que centra en el falo la diferencia sexual entre hombres y mujeres. La división simbólica del trabajo entre los sexos, que el término género contribuye a explicar, es el sistema establecido por el falogocentrismo. En este sistema, lo masculino y lo femenino están en una posición estructuralmente asimétrica: los hombres, como los referentes empíricos de lo masculino, llevan el falo, es decir, la visión de la virilidad abstracta.
La mujer muchas veces es vista como un objeto, que no son capaces de hacer las mismas actividades que el género masculino, ya que según ellos, eso es trabajo de “hombres”.
Que la mujer sea tratada como objeto sexual pasa a llevarla en toda su naturaleza, con el hecho que se piense que el deber de la mujer es satisfacer y provocar al hombre estamos retrocediendo años luz, la mujer tiene el mismo derecho de querer disfrutar de querer amar cuando se deba no cuando el hombre quiera, no solo se le pasa a llevar moralmente igual física y psicológicamente las mujeres tienen el mismo derechos que su cuerpo y su alma sean respetados. En esto también tiene mucho la culpa el tipo de propaganda que vemos día a día, vender un determinado producto, pone su cuerpo a disposición de vender productos a los hombres sobre todo cuando hablamos de bebidas alcohólicas, ya que la utilización de la mujer con un significado sexual, sirve como llamada de atención al sexo masculino (siempre que sirva como reclamo erótico), y siempre muestran al mismo prototipo de mujer flaca y ala vez exuberante como si eso fuera el objetivo que tiene que alcanzar toda mujer. La mujer en la publicidad se ve como un decorativo.
Al paso que vamos es muy difícil que cambie esto, el hombre debe dejar de ver a la mujer como un objeto sexual, pero es casi imposible si cada vez que vemos tele vemos este tipo de propagandas, o cuando vamos en la calle o leemos un diario.
La sociedad debe entender que ya estamos en el siglo XXI, y que las mujeres estamos en igual de condición, que hemos luchado siglos para que esto sea así, no como al genero masculino que siempre desde el origen del ser humano a sido elogiado y nunca mirado en menos.

jueves, 4 de noviembre de 2010

Simone De Beauvoir

Simone de Beauvoir nació en París (Francia), el 9 de enero de 1908. Era la hija mayor del abogado George Bretrand y de Françoise de Beauvoir, ambos miembros de una familia burguesa de arraigadas creencias católicas. Su hermana menor se llamaba Helene, conocida familiarmente como Poupette familiarmente.
Simone no siguió las pautas sociales y religiosas de su familia y desde muy joven se mostró rebelde e inconformista, con elevadas pretensiones intelectuales y socioculturales.
En 1929, mientras estaba estudiando filosofía en la Universidad de la Sorbona, formó pareja sentimental con el escritor y filósofo Jean-Paul Sartre, con quien compartió pensamiento izquierdista.
A partir de 1931 impartió clases de filosofía en Marsella, para posteriormente trasladarse a Rouen y París. Fue profesora en la Sorbona entre 1941 y 1943, año en el cual abandonó la docencia para dedicarse a la escritura, colaborando con Sartre en la revista "Le temps modernes".
También por esa época dio inicio a su trayectoria literaria con su primera novela "La invitada" (1943).
A pesar de que siempre estuvo al lado de Jean-Paul Sartre hasta la muerte de éste manteniendo una relación muy liberal, Simone también mantuvo encuentros amorosos en paralelo con otros hombres, entre ellos con el escritor estadounidense Nelson Algren, relación confirmada tras la lectura del elevado número de cartas conservadas que Simone le envió a Algren entre 1947 y 1964.
De ideología marcadamente feminista y progresista, su literatura se engloba en el marco del existencialismo.
Los títulos más importantes de su obra son la citada "La invitada" (1943), "La sangre de los otros" (1944) "Todos los hombres son mortales" (1947), "El segundo sexo" (1949), su libro clave dentro de su reclamación feminista, "Los mandarines" (1954), novela con la cual consiguió el Premio Goncourt o la autobiográfica "Memorias de una joven formal" (1958).
cito: La mujer no es nada más que lo que el hombre decide que sea; así, se le llama "el sexo" queriendo decir con ello que aparece esencialmente ante el hombre como un ser sexuado: para él, ella es sexo, y lo es de un modo absoluto. Se determina y se diferencia en relación al hombre y no en relación a lo que ella misma es; ella es lo inesencial frente a lo esencial. Él es el sujeto, el absoluto: ella es "lo otro".

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Betty Friedan contribuyó a fundar en 1966 la que ha llegado a ser una de las organizaciones más feministas más poderosas de Estados Unidos, y sin duda la máxima representante del feminismo liberal, la Organización Nacional para las Mujeres (NOW). El feminismo liberal se caracteriza por definir la situación de las mujeres como una de desigualdad -y no de opresión y explotación- y por postular la reforma del sistema hasta lograr la igualdad entre los sexos. Las liberales comenzaron definiendo el problema principal de las mujeres como su exclusión de la esfera pública, y propugnaban reformas relacionadas con la inclusión de las mismas en el mercado laboral. También desde el principio tuvieron una sección destinada a formar u promover a las mujeres para ocupar puestos públicos. Pero bien pronto, la influencia del feminismo radical empujó a las más jóvenes hacia la izquierda. Ante el malestar y el miedo a los sectores más conservadores, Betty Friedan declara que: "En el futuro, la gente que piensa que NOW es demasiado activista tendrá menos peso que la juventud" . Así, terminaron abrazando la tesis de lo personal es político -cuando Friedan había llegado a quejarse de que las radicales convertían la lucha política en una "guerra de dormitorio"- y la organización de grupos de autoconciencia, dos estandartes básicos del feminismo radical y que inicialmente rechazaban. Más tarde, con el declive del feminismo radical en Estados Unidos, el reciclado "feminismo liberal" cobró un importante protagonismo hasta haber llegado a convertirse, a juicio de Echols, "en la voz del feminismo como movimiento político" .
Sin embargo, fue al feminismo radical, caracterizado por su aversión al liberalismo, a quien correspondió el verdadero protagonismo en las décadas de los sesenta y setenta.

mujeres en la historia

martes, 31 de agosto de 2010


El feminismo se puede definir como la oposición moral a la dominación masculina o bien una lucha constante por demostrar que su debate no es sólo un conjunto de opiniones personales sino argumentos con justificación objetiva.
La primera y quizás la más conocida feminista es Simone de Beauvoir. De tendencia existencialista, De Beauvoir sostenía que si las mujeres eran consideradas inferiores a los hombres no era por cuestiones de nacimiento sino que se volvían inferiores tras un adoctrinamiento cultural disfrazado de determinismo biológico.
El feminismo de esta primera ola está caracterizado por una lucha por la igualdad en particular igualdad de derechos como el derecho al voto, el derecho al trabajo, el derecho a estudiar y que nosotras la mujeres podamos tener igualdad social politica y economica esa que los hombres tanto gozan.
Los principales derechos de igualdad que se reivindican son: el control de la propiedad privada, la igualaldad de oportunidades en la educación y el trabajo (mencionado en el libro "Vindicación de los derechos de la mujer" de Mary Wollstonecraff),el derecho al sufragio o voto libre y la libertad sexual (ya que a la mujer le estaba totalmente prohibido mantener relaciones extra-matrimoniales y al hombre no). En la actualidad, aunque la mayoría de las mujeres del mundo han conseguido mejorar sus derechos, todavía está pendiente la total igualdad con el hombre a nivel político, económico y social.

martes, 10 de agosto de 2010